Ay! rutina maldita, sin ser rutina de rutinas,
no las que acostumbran al tic tac y al olor del almuerzo de pensión...
Hablo de la rutina impredecible, de los cantos sin respuestas,
de los cambios sin anuncios y de los llantos sin espera…
sin misiones en vista ni visiones realistas.
Rutina de tropiezos, de nieblas y tormentas,
donde el coraje arremete mi esencia,
susceptible a tus evidencias,
60% cristales al viento,
20% troncos heridos
20% aguas quietas sin brillo.
Rutina de brocha que pinta a su antojo…
aunque a veces dispone colores hermosos.
Tu hablas en grises y yo en colores,
tu entiendes de suelos y yo de mares al viento.
Al unir nuestros tiempos, explotan los cimientos.
No la rutina del tic tac, ni la del olor a sal bajo el ardor del mar…
La de planes ausentes y a veces durmientes.
Rutina maldita,
y yo ansiosa de bailar libre al compás
sin importar mi atar.
Comienza un sonar y me desvelo, lo anhelo,
comienza tu mirar y me da miedo.
Rutinas que no miran ni agendas ni relojes,
solo importan las mareas que les toque.
Hablo de algunos días...
que la vida te complace con un beso
y un sueño ajeno.
