... y se repite en mi historia

Y aquí están de nuevo las bestias susurrando a mi oído,

dulcemente acarician mi cuello enfriando mi cráneo,

como una corriente tibia, erizan mis brazos, cambiando mi estado…

Implantan la semilla del cambio, en mi mente y en mi pecho crece como hierba,

mis neuronas ya echaron raíces del nuevo mundo donde quiero estar…

Por fin llegaron! Donde estuvieron?

1000 años dormida, 10 siglos en estado tibio, tranquilo, pasivo, sin sentido

en la superficial tierra de los ángeles pintados, de las tiendas de abarrotes

y valores marcados, armados, manipulados y burlados,

de las rutinas envueltas en papeles de oro verde tan amados por las frías manos,

las especies objetivas, sin pasiones, sin sueños ni llamantes deseos.

Estancada en el tiempo de cantos blancos y rezos falsos,

Anclada en la familia de visiones de marcos escarchados y plastificados…

Supuestos tratados de lo correcto y la cordura, supuestas firmas del bien.

Familia sin malicia que te hunde sin conciencia.

A ritmo inevitable, la llegada de la angustia y la desesperación que provocan,

Que sofocan…. en el preciso momento del abrir la vista hacia el supuesto infierno

Mi paraíso perfecto!

Ya los barrotes pestilentes los siento frágiles, y mi deseo se hace mas intenso...

Inquieta como fiera asechada quiere encontrar un escape.

Sed insoportable de aires nuevos, de vientos claros y entes sin caretas,

sed de agua clara y transparente creativa en formas y sabores.

.......y en mi historia se repite mi tragedia,

así vuelven las bestias que me envuelven a su antojo,

incansables en mis oídos regando la semilla plantada,

cerciorando mi derrota hacia la “bella y correcta vida”…

Y en mi despertar hacia el vuelo, la invitación nuevamente está hecha…

Un cartel inmenso en mi frente sin disimulo anuncia nuevamente

“este es mi fracaso, mi pasado” destruyendo los cimientos del diseño falso.

Un papel en mi nuca se desenvuelve anunciando a grito sin disimulo

“pinto un iluso sueño, mi camino el vuelo,

hacia mi colorido destino, mi dicha”

Este pasaje se repite en mi historia.